Para esta vivienda ubicada en el Valle Sagrado de los Inkas, en la misma ribera del río Vilcanota, el estudio planteó un volumen rectangular perpendicular al río, con techos inclinados para la temporada de lluvias y un aterrazamiento que se adapta a la ligera pendiente del terreno.
El volumen de un solo nivel se abre con vistas hacia el bosque interno y externo del terreno y hacia la rivera del río, priorizando la privacidad de sus ocupantes.
Se buscó aprovechar materiales locales como piedras talamoya para la terraza, encofrados con tonos arcillosos, carpintería de madera local y abundante vegetación.
Este proyecto para una familia joven de 5 integrantes que la ocupa por temporadas , tambien es aprovechada para eventos y alquileres para grupos por noches.